... #19sep2015
Después de un largo parón vacacional, retomamos el blog y
las publicaciones, ya os iré contando los motivos de este largo parón, ya que además
de por las vacaciones se ha extendido algo más de lo que tenía planeado… pero
ya estamos de vuelta y con un post especial.
He tardado mucho en hacer este post… un año concretamente… Y
he de confesar que más que para compartirlo con todas vosotras lo hago por mí,
por tener todos los detalles presentes en algún lugar, para que dentro de unos
años no olvide cada cosa que ocurrió aquel día tan bonito de nuestras vidas…
Empezamos por el principio… Carlos pasó la noche en nuestra
casa y a la mañana siguiente sus hermanos y su madre le ayudaron con los
preparativos, cuentan que estaba muuuy nervioso… y yo, conociéndole, me lo
creo! ;)
Yo pasé la noche en casa de mis padres y bien prontito la
mañana da la boda vinieron dos maquilladoras a arreglarnos a mi madre y a mí,
mi padre tuvo menos suerte y fue el mismo el que fue a la peluquería a poderse
guapo jejeje… En mitad del proceso de chapa y pintura llego mi ramo y el
prendido de mi padre, acompañado de una sorpresa, un precioso ramo que me envió
mi amiga Gema y que me encantó. Cuando terminamos de arreglarnos y me disponía a vestirme
aparecieron mis tres damas de honor, mis mejores amigas… esas hermanas que
elijes… Su vestido había sido toda una incógnita para mí y sé que les costó
ponerse de acuerdo y encontrar algo que se adecuara a las tres pero lo hicieron
por mí, sabían que me hacía mucha ilusión, como también me ilusionaba que
vinieran esa mañana a acompañarme… de hecho cuando aparecieron en mi casa fue
el único momento de todo el día en el que CASI lloro (aun no me creo que no
llorara… ) Me ayudaron a vestirme junto con mi madre y se marcharon a la
iglesia mientras mi padre y yo ultimábamos detalles y esperábamos a nuestro
coche.
Mi vestido era el modelo Ontario de Pronovias, lo tuve claro
desde que lo ví en la web, me probé algún otro modelo pero este era mi vestido,
no di más vueltas. Desde el primer momento tenía claro que mis zapatos serían
azul klein, y cómodos, para poder aguantar todo el día, por eso decidí
diseñarlos yo misma en Keli Salo, mi ramo también estaba clarísimo… sencillo,
tres hortensias en azul klein unidas por un simple cordel.
El coche era una sorpresa y un regalo para Carlos, pero a
mí, que también me encantan los coches, no me costó nada prepararlo. Un
impresionante Mustang rojo del 66. Con la empresa tuvimos problemas, no voy a
decir el nombre pero no es difícil adivinarlo ya que solo una empresa alquila
Mustang vintage en Madrid… mi recomendación, mucho ojo con ellos… siempre hay
alguien que hace negocio y se aprovecha, y te pueden estropear o nublar parte
de uno de los días más felices de tu vida… pero eso lo vamos a olvidar y nos
vamos a quedar con el bonito paseo hasta la iglesia en él…
Llegamos a la iglesia, la Ermita de la Virgen del Puerto, a
los pies del Palacio Real junto al rio Manzanares. No conocíamos esta Ermita
hasta que nos pusimos a buscar posibles opciones para la celebración y nada más
descubrirla nos encantó. Además necesitábamos espacio a la salida para poder
hacer el pasillo de sables y no queríamos una iglesia muy grande ya que no
teníamos muchos invitados y no queríamos que “se quedara vacía” por lo que cumplía
nuestros requisitos. También conocimos al cura y nos pareció un señor muy
simpático por lo que estaba decido, ese sería el lugar de nuestra boda.
A mi llegada tenia esperando a mis damas de honor para
ayudarme a colocar todo el vestido y el velo y a mi preciosa niña de arras,
Marta, que lo hizo fenomenal y estaba guapísima. También me estaban esperando
todos los compañeros de Carlos haciendo un pasillo a la entrada de la iglesia
que me sorprendió ya que no lo esperaba, pero fue muy bonito.
La misa fue mucho más emotiva de lo que imaginamos y sonaron
muchas más canciones conocidas, algunas de ellas BSO terminando con la conocida
canción de Pearl Harbor durante las firmas y por último la famosa Marcha
Nupcial de Mendelssohn para la salida, donde nos esperaba un precioso pasillo
de sables que nos dio algunas de las fotos más bonitas de la boda.
Mientras nuestros invitados se marcharon al lugar donde
tendría lugar la comida nosotros fuimos a los cercanos jardines del Campo del
Moro, a los pies del Palacio Real, donde nos hicimos algunas foto. Poco después
pusimos rumbo en nuestro Mustang (por cierto, acerté de lleno con la sorpresa
para Carlos, pero estaba tan nervioso que en un principio no se percató del
coche, hasta que se lo dijimos jejeje) al lugar donde nos esperaban nuestros
invitados, La Casa Verde. Al igual que ocurrió con la iglesia, fue ver La Casa
Verde y decidirnos por ella, nos pareció un lugar especial, ya que se trata de una
casa diáfana con una cristalera en el tejado que en su interior alberga un
jardín con un pequeño estanque alrededor del cual se disponen las mesas. Fueron
amables y pacientes con todas nuestras peticiones y no pudimos quedar más
contentos con la elección. Entramos a la casa saludando a nuestros invitados ya
sentados en sus mesas mientras sonaba Mi gran noche de Raphael.
Si nada más ver la casa supimos que sería el sitio donde celebraríamos
nuestra boda, cuando probamos los diferentes platos que nos facilitaron no nos quedó
ninguna duda, fue difícil descartar algunos de ellos pero nuestro menú, al que
precedió un coctel, final fue el siguiente:
Terrina de foie con verduras caramelizadas y vinagreta de
mostaza
Lomo de corvina asado con patata panadera y aceite de ajo y
perejil
Cordero lechal confitado y deshuesado con pimientos dulces y
patata
Cremoso de yogur y mascarpone con frambuesas y helado de
naranja
Hubo brindis, besos, discursos, abrazos, una tarta de
cumpleaños (por si no lo sabéis era mi 33 cumpleaños) y cuando todos terminamos
de comer recorrimos las mesas de nuevo hablando con nuestros familiares y
amigos sobre cómo habían pasado el día y dándoles un recuerdo de nuestra boda. Teníamos
claro una cosa, en la mayoría de las bodas vemos regalitos que se quedan en las
mesas y en los mejores casos terminan en algún cajón olvidado de casa… por eso quisimos
hacer un regalo solidario. No nos importaría donde terminara su periplo el
regalito, pero sabíamos que el dinero invertido en el estaba dedicado a una
buena causa. Conocemos desde hace tiempo una asociación de conejitos y pequeños
roedores, No soy un juguete, y sabemos de primera mano que hacen una gran labor
con estos pequeños animales que tanto nos gustan a Carlos y a mí. Por eso
contactamos con ellos y decidimos hacer unos imanes (que ellos suelen vender en
su tienda solidaria) pero personalizados con nuestros nombres y la fecha de
nuestra boda. Explicamos a nuestros invitados el significado de los regalitos y
me alegra descubrir que muchos de ellos están presentes en las neveras de sus
casas ^_^.
Teníamos en una mesa un árbol de huellas para que todos los
invitados nos dejaran su huella y así tener un recuerdo de todos ellos en un
bonito cuadro para nuestra casa, y también un Cofre de Deseos, donde nuestros
invitados dejaron mensajes que han permanecido en secreto hasta hoy, un año después
cuando los hemos leído juntos y hemos recordado aquel día.
Llegó el momento del baile y elegimos para nuestro primer
baile como marido y mujer una canción que nos gusta los dos desde hace mucho
tiempo, Something Stupid en la versión de Nicole Kidman y Robie Williams, no teníamos
nada preparado simplemente bailamos y disfrutamos del momento. Después se
unieron a la fiesta el resto de invitados, al baile, a la barra libre, al
photocall, al Candy Bar y la recena… y terminamos el día a las 12 de la
madrugada… Nosotros al menos, agotados pero felices, había sido el mejor día de
nuestras vidas y había superado nuestras expectativas con creces!!
No os he hablado de nuestro fotógrafo, http://julenreportajesdeboda.es/,
como todo en esta boda fue visto y elegido, ¡todo a la primera! Y es que Julen
nos encantó desde que le conocimos para que nos contara como trabajaba, y la elección
fue buena, lo pasamos muy bien con el haciendo las fotos y nos encantó el
resultado.
¡Qué guapos estabáis y qué bien lo pasamos!
ResponderEliminarMe encantan las bodas, ayer fue el aniversario de la mía y estoy deseando poder celebrar mis bodas de plata ( que ya no queda tanto) para volver a celebrarlo!!
mil besos y por muchos años más de felicidad, como la de ese día!!!
Unas fotos preciosas! Además puse vuestra música para verlas, yo me casé está primavera y se como es ese día y recordarlo. Enhorabuena! eso permanecerá en nosotras para siempre!
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